Foro Virtual Silvestre Revueltas
   
 
 
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Elena Garro

Revueltas me contó que le había sucedido una catástrofe:
durante un concierto levantó los brazos y se rasgó el frac
alquilado. Llegar con una capa española le sacaría esa
espina. Le quise dar una en seguida, pero él insistió:

-No, no, para mi concierto.

¡Pobrecito Revueltas!, para él no hubo milagros. En México,
cuando iba a estrenar El renacuajo paseador, mi capa no
sirvió de nada, pues la noche del estreno se murió de
pulmonía. ¡Así es la vida! Él, el artista más pobre, que no
tuvo ni para comprarse un abrigo en España, por lo que armé
un escándalo con los compañeros cuando propuse que
cotizáramos todos para comprárselo, tuvo en su entierro
coronas de gran lujo. Con la mitad de una se hubiera podido
comprar un abrigo magnífico en Madrid. Ante su tumba abierta
estaban todos los intelectuales que nunca le resolvieron sus
problemas, excepto Juan de la Cabada. Pablo Neruda pronunció
un discurso que parecía un responso. Fue el primero en hablar



 

porque era el cónsul general de Chile y luego todos callaron.
Mientras lo enterraban, recordé los fríos que pasaba en Madrid y
la mesa de los "martillos categóricos" en la que propuse comprarle
el abrigo, pero "mi ponencia", la única que hice en España, fue
rechazada con indignación. A corto plazo, el camarada Silvestre
con el que tantas riñas tuve era un perdedor. ... a largo plazo es
diferente y los "intermediarios" de la cultura, que afirman que los
"intermediarios deben ser eliminados", lo saben, pero no lo
entienden...

Cómo citar el texto:

GARRO Elena, ["Silvestre Revueltas"], en
Memorias de España 1937, México, Siglo XXI, 1992.
[Documento electrónico disponible en
www.fororevueltas.unam.mx, sección Testimonios,
Eduardo Contreras Soto (comp.)] Consultado el dd/mm/aaaa

 
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