traspasan el carácter intelectual de estas polémicas para
enfrascarse en el insulto personal y en la satanización de
los contrarios.
Además de estos problemas y posiblemente para enrarecerlos,
encontramos un manejo muy libre, poco preciso y a veces
confuso de los que podríamos llamar la retórica socialista de
la época. Es interesante señalar cómo en las propuestas
extremas de diversos grupos políticos o de presión política
se manejan, indistintamente, términos como socialismo,
educación socialista, pueblo y compromiso; de modo que el
discurso de hace verdaderamente muy peligroso, ya que las
facciones del gobierno, los grupos fascistoides como "Camisas
pardas o doradas" o grupos propiamente de izquierda manejan
con sentido totalmente distinto los mismo esquemas verbales;
esto no es extraño puesto que sabemos que en Europa los
partidos falangista, fascista y nazi habían tenido en sus
orígenes propuestas de carácter socialista, y con ellas
convencieron a gran parte de sus pueblos. Estos esquemas
ambiguos de comunicación se repiten tal vez con mayores
vicios en América Latina, y, para nuestros intentos, en