una proporción significativa del trabajo de su pluma a
realizar
traducciones poéticas.
En ese mismo año de 1854, la editorial
Appleton le encargó a
Pombo la traducción al español de unos textos de
lírica
infantil de la tradición inglesa, los cuales suelen
ser
denominados en este idioma como
Nursery rhymes. El
poeta
debió sentir muy simple el encargo, y prefirió
enriquecerlo,
adaptando o refundiendo los versitos originales y agregando
colores y
sabores del idioma español; le dio más importancia
a lo narrativo y
descriptivo de los personajes fantásticos
originales y así obtuvo
historias más sustanciosas, alejadas
ya del carácter elemental,
reiterativo, de los textos
ingleses: si éstos son para que los niños los
canten y
reciten, los poemas obtenidos por Pombo son, más bien,
para
que los niños los lean o los escuchen. Con ellos produjo
su
librito
Cuentos pintados y cuentos morales para niños
formales;
es curioso que, en la propia Colombia, los textos
de este libro
sean hoy más recordados, citados y usados de
manera escolar que las
propias poesías originales de don
Rafael.