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Tiempo después, Revueltas escribió que la música que había imaginado entonces era idéntica a la de Debussy que conoció después, una música con "efecto de un amanecer cuya gama de colores adquiere una plasticidad táctil, que se transforma, de mis ojos a mis oídos, en música plástica... música en movimiento..." [22]
Una muestra ejemplar de este giro impresionista, de hecho también su culminación, la conforma la "Chanson d'automne", de 1923, una musicalización libre (durchkomponiert) de poesía de Paul Verlaine tomada de la colección Poèmes Saturniens de 1866. [23] El poema inicia con la frase metafórica "Le sanglots longs des violons de l'automne blessent mon coeur" ("Los largos sollozos de los violines de otoño hieren mi corazón"). Ondulantes arpegios pentatónicos introducen y dan soporte a la poesía, en tanto la sutil dinámica (pp a p) actúa como un velo que atenúa el dramatismo de la trama (Ejemplo 1). El acompañamiento se torna más agitado cuando la parte vocal asciende a su clímax con las palabras "Tout suffocant et blème quand sonne l'heure" ("sin aliento y pálido cuando ha llegado la hora"; ejemplo 2). Y cuando la
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poesía se torna meditabunda, "Je me souviens de jours anciens et je pleure" ("recuerdo viejos tiempos y lloro"), el sentimiento reflexivo se expresa en ascensos y descensos de la voz, preñados de suaves armonías de sonido acumulado. Acordes inestables aluden a las palabras finales del poema, "Feuille morte" ("hoja muerta"), mismas que Revueltas prefiere omitir. Acaso consideró demasiado sombría o mórbida la metáfora "como una hoja muerta" en una canción probablemente compuesta para su esposa.
La muerte de su padre en diciembre de 1923 suscita un nuevo viaje de la pareja a México, en donde Silvestre no tarda en encontrar trabajo como violinista. El 10 de enero de 1924 participa en un concierto de la Orquesta Mexicana de Señoritas Haydn-Beethoven tocando una chacona de Bach. Jule participa en el siguiente concierto de la temporada de dicha agrupación, el 20 de enero, cantando un aria del Sansón y Dalila de Saint-Saëns. Ambos conciertos se efectuaron en el Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria. Poco después, el 10 de febrero, Revueltas ofrece un recital acompañado por Jesús Corona en el violín y Francisco Agea en
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